Juan Carreño de Miranda

Retrato Carlos II. Juan Carreño de Miranda

Pintor avilesino por excelencia, Juan Carreño de Miranda nació en la Villa en 1614 en el seno de una familia noble. Una década después dejaba su Avilés natal para trasladarse a Madrid para comenzar su formación en el taller de Pedro Cuevas.

Poco a poco va consiguiendo renombre entre los artistas del país y comienzan a hacerle encargos de importancia. En 1657 la Villa le nombra alcalde de Hijosdalgo y juez por el estado noble, pero renuncia al cargo.

Su fama se consolida cuando en 1669 es nombrado pintor del rey, dedicándose principalmente al retrato. En la Corte Española conocería a Velázquez, de quien fue buen amigo.

A pesar del esplendor de su carrera parece ser que Carreño de Miranda no se quiso despojar de sus raíces. Hasta su muerte el 3 de octubre de 1685 destacó por su humildad, su  carácter afable, su ingenio y ocurrencias y por ser una gran persona y compañero.

Su estilo pictórico se encuadra dentro de Barroco, influido por los estudios lumínicos de Velázquez y de Rubens. A lo largo de su trayectoria artística abarcó casi todos los campos, presentando especial interés a lo religioso y al retrato. Entre estos últimos destacan los realizados al Duque de Pastrana y a Pedro Potemkin.

Estatua del pintor. Avilés

A día de hoy la Villa sigue recordando a este avilesino ilustre y en su honor se encuentra colocada, desde el año 2000,  una estatua del pintor sentado trabajando en los bocetos de una de sus obras. La escultura del pintor asturiano más ilustre se encuentra situada frente al Palacio de Camposagrado, actual sede de la Escuela Superior de Arte del Principado de Asturias.

Fuentes: Alberto del Río Legazpi, http://www.vivirasturias.com, http://www.arteespana.com.